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Jerónimo
Nadal, altre pagine Giacomo Lainez, Juan A. Polanco, Francesco |
INDICE
§ I - De gratia religionis in genere Caput II - De nomine et approbatione Societatis, de eius
fine et mediis § I - De nomine et approbatione § III - De mediis ad finem Societatis Caput VI - In prohemium et primam atque secundam partem
Constitutionum Caput VIII - De oboedientia et castitate § II - De castitate et iterum de oboedientia |
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TESTO
CAPUT I
– PRELIMINARIA
§ I - De gratia religionis
in genere
[1] Introductio – [2]
Religio late sumpta seu in communi, et stricte seu in particulari – [3]
Religio eiusque obligatio ex votis – [4] Influxus Dei in religiones per
fundatores earum – [5] Sic per P. Ignatium in Societate – [6] Gratiae
religionum diversae, analogice ad gratias diversas sacramentorum – [7] Modus
pecularis singularum virtutum in diversis religionibus.
[1] Haviéndonos el Señor hecho esta
gracia de llamarnos a esta religión, será bien notar lo que es proprio della;
lo qual será como una breve introductión de lo que después se ha de dezir. [2] Religión (según se colige de lo
que los theólogos[1]
dizen) es una virtud que trata lo que toca al culto divino; y en esta significación
se dizen todos los christianos religiosos y religión christiana, según la
qual sirven y honrran a Dios verdadero y le dan culto divino. Y ansí
comprehende no sólo los que siguen solos los mandamientos de Dios, pero ahun
los consejos y perfectión evangélica juntamente con los mandamientos; porque
todos estos siguen la religión christiana. Mas los que siguen preceptos y
consejos más propriamente se dizen religiosos y más perfectamente siguen la
religión christiana; y desta manera se toma religión conforme a nuestro
propósito. Para lo qual se ha de notar que nuestro Señor, no solamente quiere
ser ansí servido (lo qual es común a todas religiones, en las quales se
siguen no solamente los preceptos, mas etiam los consejos), pero quiere ser
servido y honrrado con particular honrra y culto, y esto es lo que haze
religión particular; y según la diversidad de los cultos y servicios
particulares que a Dios se hazen, se diversifican las religiones
particulares. [3] Y siendo todos los religiosos
de las religiones particulares obligados al culto divino en stado de
perfectión, aquél es más religioso que más se ha y está obligado; como, v.
g., un frayle que tiene tres votos, más que un sacerdote que no tiene sino
uno; y entre los que tienen tres votos, aquél que en más altro grado sirve. Y
en esta significación de religión particular nos dizimos nosotros religiosos,
porque hazemos votos en religión approbada, dedicándonos en ella totalmente
al culto divino en este particular modo en que el Señor nos ha llamado, como
luego se dirá[2]. [4] Esto se ha dicho hablando
speculativamente de religión en commún y particular; pero veniendo a la
plática, en que es menester que lo dicho se ponga y se guste, se ha de notar
que, queriendo Nuestro Señor ayudar a su Iglesia, usa deste modo: que excita
a un hombre dándole una special gracia y influxo con que le sirva en modo
particular, como lo hizo con S. Francisco, a quien dió una gracia efficaz con
que se ayudasse a sí y a los otros para el fin que somos todos criados; y
assí juntándose se hizo un cuerpo y congregación con aquella propriedad y
particularidad de gracia, la qual se dize una particolar religión; y así de
todas las otras. [5] De la mesma manera excitó Dios al
P. M. Ignatio comunicándole una gracia y mediante él a nosostros, la qual
siguimos, y nos regimos según ella; y este es nuestro particular modo en que
differimos de los otros religiosos, y es menester que nosotros lo sintamos
así y gustemos; pero los otros religiosos no es menester que lo sientan,
porque tienen su modo particular, al qual es menester que sigan. [6] Y no es maravilla que aya esta
diversidad de gracias y influxos particulares en las religiones, pues veemos
que dando todos los sacramentos gracia al que los recibe devidamente, tamen
tiene cada uno su gracia particular, que se dize gracia sacramental, como
v.g. en el baptismo aquella gracia particular purga el ánima y la renueva
dándole una renascentia spiritual, lo qual no haze ninguno de los otros
sacramentos. Similiter la confirmación, confirma en gracia dando una firmeza
y constantia al confirmado; y la Eucharistía nutre y transforma al alma y la
une con particular unión. Et sic de singulis sacramentis. Y desta mesma
manera da Dios diversas gracias en las religiones, con que quiere ser servido
en diversas maneras, ut sit Ecclesia circumamicta varietate[3] gratiarum, non solum sacramentalium,
sed etiam religionum; dividente nimirum uno et eodem Spiritu dona sua diversa
tribuenteque singulis prout vult[4]. [7] Y ase de notar que las virtudes se
vienen a particularizar con aquella gracia particular, obrando según aquel
modo y particular influxo; y así es menester que nosotros obremos según
nuestro modo aprehendendo las virtudes con este particular sentimiento y
special gracia y influxo divino; y esta es la prática de nuestra religión. En
la qual ay cosas particulares que no ay en las otras religiones; v.g., el
modo particular de la obediencia, que es una gracia special que Dios N.S. ha
hecho a la Compañía. § II - De origine Societatis
[8] De gratia excitata in Ignatio – [9] Eius
desiderium maioris glorae divinae – [10] Paenitentia Ignatii – [11] Initium
novae vitae Manresae – [12] Crescit in cognizione divinorum – [13] Exercitia
spiritualia – [14] Studia et congregatio sociorum – [15] Tribulationes
Ignatii – [16-18] Item persecutiones in Ignatium et Societatem – [19]
Necessitas scribendi Constitutiones.
[8] Sabido cómo la Compañía es
religión, es menester ver qué principio tuvo. A esto se responde en el principio
del Examen, a donde se habla de la approbación de la Compañía, etc.[5];
pero hablando del facto, fue este su principio. Que Dios N.S., por su
infinita bondad, movió al Padre M. Ignatio excitando en él su gracia
particularmente, como arriba se dixo, proveyendo su divina Magestad a su
Iglesia y al mundo, y aiudando en dos cosas; scilicet, que las letras y
spíritus se juntassen; y la 2°, que se applicasen para común utilidad del
próximo. Hallávanse en algunos letras sin spíritu; y en otros spíritu sin letras,
como en personas idiotas y devotas; y ya que algunos tubiessen lo uno y lo
otro, pero muy pocos servían al Señor en este modo de aprovechar con ellas al
próximo[6]. [9] Queriendo pues el Señor que ubiesse
quien desta manera le sirviesse, llamó al Padre M. Ignatio en una enfermedad,
etc., dándole in primis a dessear con gran devotión la mayor honrra y gloria
de su divina Magestad. Y assí como estando en el século tenía ánimo de
grandes cosas, assí dándose al servicio de Dios no se contentava con poco,
sino intensamente desseava y procurava cómo más le pudiesse agradar en todo y
con toda perfectión. Y assí lo repite esto muchas vezes en las
constitutiones, scilicet, a mayor honrra y gloria de su divina Magestad. Y
assí es menester que todos los de la Compañía tengamos esto delante nuestros
ojos con devotión assí, y nos intrinsiquemos este spíritu de en todas las
cosas buscar y procurar el mayor servicio y gloria de Dios N.s., sive legimus sive praedicamus
sive comedimus, sive aliud agimus, omnia in Dei gloriam facientes[7].
Y como la religión no sea otra cosa que un stado de acquirir perfectión,
síguiese que no era otra cosa mover Dios N.S. al Padre M. Ignatio desta
manera y con estos desseos, que darle spíritu y desseo de religión
perfectíssima y excitar en él y formar una particular y nueba religión[8]. [10] Andando el Padre M. Ignatio con
estos desseos y divinas motiones, se inclinó a hazer penitentia, pensando que
en esto agradaría más al Señor, conforme a lo que Christo començó a predicar
diciendo: «poenitentiam agite»[9]; y en esto experimentó muchas cosas y
sacó de la experiencia claro conoscimiento de lo que conbiene que hagamos los
que seguimos este spíritu. Hazía en este tiempo cosas extraordinarias en
penitentia teniendo cada día tre vezes disciplina y 7 horas de oratión[10],
dormiendo en tierra y comiendo pan y agua, etc. Y estuvo una vez 7 días sin
comer ni bever por vencer sus scrúpulos; y conosció que no convenía tanta
penitentia. [11] Fue desta manera su despedida a
hazer penitentia, que pensando entre sí como se armaría como cavallero de
Christo, compró un sacco y una cuerda y un palo, y confessándose generalmente
y comulgando un día de la Annunciatión de nuestra Señora 1522 se fué así a
hazer poenitentia[11]. [12] En este tiempo, guiándole N.S.,
començó a tratar del interior de su alma y de la variedad de los spíritus,
dándole el Señor en esto grande conoscimiento y sentimientos muy bivos de los
mysterios divinos y de la Iglesia; y aunque començó a escrevir, pero no
perseveró[12]. [13] Aquí le comunicó N.S. los
exercicios, guiándole desta manera para que todo se empleasse en el servitio
suyo y salud de las almas; lo qual le mostró con devotión specialmente en dos
exercicios, scilicet, del Rey y de las vanderas. Aquí entendió su fin y
aquello a que todo se devía applicar y tener por scopo en todas sus obras,
que es el que tiene aora la Compañía[13]. [14] Y pensando que para este fin le
convenía studiar, lo hizo en Spaña y después en París, studiando philosophía y
theología, y juntando 9 compañeros en Paris etc. Los quales congregados en
Roma, después de aver predicado en diversas partes y exercitádose en obras
pías, etc., ordenaron una fórmula de bivir, que es la que está en la bulla de
la primera confirmación[14];
y como entonces solamente ubiesse licencia para hasta 60, tamen los ha
multiplicado N.S. como veemos[15],
dando augmento a su obra que avía començado[16]. [15] Visto ya algo de la institutión y
fundatión de la Compañía, veamos aora de las Constitutiones, cómo fueron
hechas. Para lo qual se ha de notar, primero, que assí como Dios N.S. fundó
la Iglesia por muchos y grandes trabajos que dió a su Hijo y a la Iglesia que
es su cuerpo, y por esta vía también la augmentó; assí por su misericordia
infinita nos a hecho esta gracia de ser semejantes a Christo en alguna manera
y fundarse la Compañía a esta similitud por persecutiones, como se vee en las
muchas y graves que tubo el Padre M. Ignatio en Alcalá, Salamanca, París,
etc.; no solamente de los hombres, se etiam de pobreza grandíssima que tuvo
en París. Praecipue vero inter alia le fatigavan dos cosas, scilicet, la
enfermedad continua y grave que tenía, y la oratión, id est, la aflictión que
tenía en dexar el gusto de la oración por lo studio, como era necessario. Y,
sabiendo que era aquella la voluntad de Dios, se venció studiando con mucha
diligencia[17]
y dándonos exemplo de lo que nos conviene hazer los que estudiamos en la
Compañía, scilicet, de no descuidarnos en el estudio por el gusto de la
oración. Estas y semejantes persecutiones tuvo el P. M. Ignatio en su persona
ad Christi similitudinem. [16] Tubo también la Compañía
persecutiones y grandes, de las quales solamente diré dos: la primera fué en
Roma, de tres spañoles, de los quales los dos son ya muertos: a) Pascual,
Barrera; y el uno está en la inquisición aora: b) Mudarra, en Roma. Fué la
persecución desta manera; que como la Compañía entre otras cosas tenga gran
cuenta de observar si ay en las partes adonde está algún lutherano o de
doctrina sospechosa (y esto tienen de instituto, y assí se lo encomienda
mucho y manda el Papa)[18],
y predicasse entonces uno en Roma[19],
lutherano y amigo destos 3 spañoles, y predicassen los nuestros contra él,
ésta fue la causa por qué nos començaron a perseguir y accusar in moribus,
etc. Y no avía quien nos ayudasse, praeter Deum; y dezían éstos, entre otras
cosas, que de Spaña y París y Venetia nos abían hechado, y huídos avíamos ido
a Roma[20].
Quiso N.S. que se hallaron en este medio en Roma tres personas que aviendo
sido juezes, scilicet, uno Figueroa, en Salamanca; otro Doctor Ori, en Paris;
otro, Veralo, en Venetia, de las cosas del P. Ignatio; los quales dieron tal
relatión dél y de los compañeros al gobernador, que los otros tubieron miedo
y pusieron intercessores que no fuesse la cosa adelante. Y aunque a los otros
padres y al D. Ortiz les parecía que no se deviessen curar más dello, tamen
el P. M. Ignatio fué siempre de contrario parecer, scilicet, que se devía
aberiguar la cosa y determinarse públicamente la verdad, pues que avían sido
infamados. Y assí se fue al papa Paulo, y le contó todo lo que passava,
pidiéndole mandasse su Santidad dar la sententia; y el Papa se lo concedió.
(Y esto ha tenido siempre el P. M. Ignatio, que no ha pedido cosa al Papa que
no se la concediesse). Y así se dió la sententia en favor del Padre y
compañeros, de la qual dio en un breve el governador sententia[21]. [17] Después de ser confirmada, es a
saber, de Mathía de la Posta, de la Roser, de Barberán de M° Iohan del
Mercado. [18] Novissime etiam in Lusitania passa est Societas persecutionem, ab his qui fueranti in ipsa, sed ex qua (sic providente Deo) eius et purgatio et augmentum maximum secuta sunt; fueratque fere sic necessarium ut solida in ea provincia Societatis fundamenta iacerentur, expulsis nimirum iis et de aedificio sublatis qui id, quamdiu mansissent, facerent ruinosum. Ex quibus omnibus patet, similes nos quodammodo esse Dei gratia illis in quibus primo Ecclesia Christi fundata est, passionibus scilicet multis et persecutionibus. Nec defuerunt aut desunt in Hispania qui nos persequantur, praesertim monachi; sed adiuvat nos Dominus et non praevalebit homo. [19] Est et alia nobis cum apostolis et
discipulis Domini similitudo. Ut enim illi ante scriptum Evangelium
traditione vivebant, ita et nos ante scriptas Constitutiones. Accidebatque
nobis quod et illis, cum ad predicandum mitterentur. Ut enim B. Petrus eos,
sic suos P. Ignatius alloquens dicebat: scitis, fratres, modum et ordinem
nostrum vivendi; sic ergo euntes facite. At vero, ut tunc crescente Ecclesia
oportuit in scripta redigi christianae religionis modum et rationem, ita quod
in principio Societatis facile fuerat, traditione scilicet vivere, crescente
tamen et maiora in dies incrementa sumente, factum est difficile oportuitque scribere
quod solo verbo tradebatur; praesertim quum per id tempus multa P. Ignatium
experientia docuerit circa ingenia hominum et alia quae, nisi hoc modo,
minime poterant debite gubernari. Haec ergo fuit scribendarum Constitutionum
causa. Caput II - De nomine et approbatione Societatis,
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[1] Cf. S. Tommaso, 2, 2, q.
[2] Ubi notandum, inter alia hanc etiam
Societati specialem gratiam fuisse concessam, ut bene sentiat non solum de
omnibus religionibus, sed etiam religiosis, amans eos; et in hoc particulari
gustu consolatur, cognoscens ex se religionis gratiam aliis concessam.
[3] Cf. Sal 44,15.
[4] Cf. 1Cor 12,11.
[5] Esame, c. 1, n. 1.
[6] Hic notandum quod qui sine litteris
spiritum sequuntur et de his quae in oratione sentiunt loquuntur, in errores
saepe labuntur, prasertim quum loquendi modum (quod theologia scholastica
docet) ignorent.
[7] Cf 1Cor 10,31.
[8] Cf. Acta Patrii Ignatii (Autobiografia), c. 3, nn. 22-25: MI, Fontes narrat. I, 392-398. Primum est vincere se ipsum per poenitentiam, instruere per orationem, deinde proximum adiuvare; et hoc processit ordine P. Ignatius. Poenitentiam enim egit, contemplationi vacans; deinde se in ministerio proximi exercuit, docens et aliis praedicans quod in se prius fuerat expertus.
[9] Mt 4,17.
[10] Cf. Acta Patrii Ignatii (Autobiografia), c. 3, nn. 23-26: MI, Fontes narrat. I, 396-398.
[11] Cf. Acta Patrii Ignatii (Autobiografia), c. 2, n. 18: MI, Fontes narrat. I, 386-388.
[12] Coepit eo tempore P. Ignatius scribere librum de Trinitate [cf. Epist. Lainii n. 12: MI Fontes narrat. I, 82], in cuius notitia praecipue et die quadam specialissime fuerat illustratus [Acta Patrii Ignatii (Autobiografia), nn. 28.30: MI, Fontes narrat. I, 400-404]; ubi notandum quod christiani proprium (in quo ab aliis distinguitur; qui, licet Deo alia tribuant, ut unitatem, infinitatem, etc, id tamen negant) est credere Trinitatem personarum et Deum hominem.
[13] Cf. Nadal, Annot. in Examen n. 91 e
nota 24; C. de Dalmases, Las meditaciones del Reino y de Dos banderas y la
vocación a la Compañía de Jesús, según el P. Nadal, Manresa 20 (1948) 311-320.
[14] Bolla Regimini militantis (27 settembre 1540): MI, Const. I, 26-30.
[15] Bolla Iniunctum nobis (14 marzo 1544): MI, Const. I, 84.
[16] Abiit P. Ignatius Hierosolymam; alii autem, cum vellent, impediti sunt. In quo nobis significatum est, eundum quidem nobis Hiersolymam, non tamen corporaliter, sed spiritualiter; quod facimus in meditatinibus vitae Christi.
Hi quo melius [-] querentur intenti [-] primo omnibus votum paupertatis et castitatis Deo offerunt.
[17] Acta Patrii Ignatii (Autobiografia), c. 6, n. 55: MI, Fontes narrat. I, 436.
[18] Cf. Formula dell’Istituto nella bolla di Giulio III, Exposcit debitum (21 luglio 1550):MI, Const. I, 376.
[19] Agostino Mainardi, o.s.a. (1482-1563).
[20] Cf. Polanco, Summarium de origine Societatis, nn. 84-85: MI, Fontes narrat. I, 201-203.
[21] Quod nos vocamus primam Societatis approbatinem.
[22] Esame, c. 1: MI, Constit. II, 4.
[23] Cf. Proemio delle Costituzioni: MI, Const. II, 260; Costituzioni p. 7, c. 4, n. 2: MI, Const. II, 596; Costituzioni p. 4, c. 1, n. 6: MI, Const. II, 391.
[24] Cf. p. e. MI Epist. I, 244.427.
[25] Cf. Paolo III, Regimini militantis (27 settembre 1540); Iniunctum nobis (14 marzo 1544); Giulio III, Exposcit debitum (21 luglio 1550): MI, Const. I, 24-32, 81-86, 373-383.
[26] Cf. le bolle di approvazione in: MI, Const. I, 26-27.30.375.377-378.381.
[27] La contemplazione del re (Esercizi, nn. 91-98) e la meditazione di due bandiere (Esercizi, nn. 136-148).
[28] È la visione de La Storta (vicino Roma). Cf. Acta Patrii Ignatii (Autobiografia), n. 96. Nadal ne parla in: Annot. in Examen, nn. 7-10; Exh. 1557, n. 23: MI, Fontes narrat. II, 9-10; Exh. 4 Conim., nn. 3-4, pp. 72-73; Dialog. II, n. 24; Exh. Colon. 1567, n. 25. Laynez ne parla in: Exhort. a. 1559: MI, Fontes narrat. II, 132-133.
[29] Rm 6,9.
[30] Atti 9,4.
[31]
Cf. Polanco, Summarium, n. 86: MI, Fontes narrat. I, 204; Nadal, Annot. in Examen, n. 9.
[32] Bolla Paolo III, Regimini militantis (27 settembre 1540): MI, Const. I, 24-32.
[33] Paolo III, Iniunctum nobis (14 marzo 1544): MI, Const. I, 81-86.
[34]
Bolla Exposcit debitum (21 luglio 1550): MI, Const. I, 373-383.
[35] Esame, c. 1. n, 2.
[36] Cf. Nadal, Exh. 3 Compl., nn.
69.74.
[37] Cf. Nadal, Exh. 3 Compl., nn.
72-73.
[38] Esame, c. 1. n, 2.
[39] Esame, c. 1. n, 2.
[40] Costituzioni, p. 4, c. 10, n. 5, D: MI, Const. II, 458-459.
[41] Giulio III, Exposcit debitum, n. 5: MI, Const. I, 379; Costituzioni, p. 6, c. 2, n. 2, 5.
[42] Giulio III, Exposcit debitum, n. 3: MI, Const. I, 376; Esame c. 1, n. 3; Costituzioni, p. 6, c. 2, n. 7.
[43] Giulio III, Exposcit debitum, n. 5: MI, Const. I, 379-380; Esame c. 1, n. 4.
[44] Giulio III, Exposcit debitum, n. 5: MI, Const. I, 380; Costituzioni, p. 6, c. 2, n. 3, 4.
[45] Cf. bolla Exposcit debitum, n. 4: MI, Const. I, 377.
[46] Vedi le ragioni del quarto voto nella bolla Exposcit debitum, n. 4: MI, Const. I, 377; leggi anche le parole di Pietro Favre in: MI, Epist. I, 132.
[47] 2Ts 2,3.
[48] Mt 16,18.
[49] Cf. nn. 8ss.
[50] Costituzioni, Proemio, n. 1.
[51] Costituzioni, Proemio, n. 1.
[52] Cf. nn. 30.33.
[53] Costituzioni, Proemio, n. 1.
[54] Si riferisce ai cosiddetti «illuminati».
[55] Costituzioni, Proemio, n. 1.
[56]
Cf. Costituzioni, p. 3, c. 1, n. 23; p. 6, c. 1, n.
[57] Cf. Lc 10,16.
[58] Cf. Esame, c. 4, n. 30.
[59] Cf. Costituzioni, p. 3, c. 1, n. 23; p. 6, c. 1, n. 1.
[60] Costituzioni, p. 3, c. 1, n. 23; p. 6, c. 1, n. 1, B.
[61] Cf. Ribadeneira, Vita, lib. 5, c.
4; De actis P. Ignatii, n. 38: MI, Fontes narrat. II, 343.
[62] «Es muy expediente para aprovecharse y mucho necessario, que se den todos a la entera obedientia, reconoziendo al superior, qualquiera que sea, en lugar de Christo N. Señor, y teniéndole interiormente reverentia y amor, y no solamente en la exterior executión de lo que manda obedezcan entera y prontamente con la fortaleza y humildad debida» (Costituzioni, p. 3, c. 1. n. 1: MI, Const. II, 364).
[63] Cf. Costituzioni, Proemio, n. 1.
[64] Costituzioni, p. 6, c. 1, n. 1.
[65] Epist. Lainii, n. 5: MI, Fontes narrat. I, 74-76; Summarium hisp. Polanci, n. 11: MI, Fontes narrat. I, 158. Il luogo probabilmente è il Santuario di Aranzazu, vicino Oñate: cf. Acta Patrii Ignatii (Autobiografia), n. 13 (MI, Fontes narrat. I, 380, e nota 2).
[66] Cf. Acta Patrii Ignatii (Autobiografia), n. 10: MI, Fontes narrat. I, 140, 374-376; Epist. Lainii, n. 60.
[67] Costituzioni, p. 6, c. 1, n. 1: MI, Const. II, 522.
[68] Costituzioni, p. 6, c. 1, n. 1: MI, Const. II, 520.522. Cf. Costituzioni, p. 4, c. 10, n. 9.
[69] Cf. MI, Epist. III, 156: «et in tal modo l’obedienza sia cieca e presta, che ognuno, che stia orando, lasci l’orare; e se scrive, udendo la voce del superiore, o per dir vero la voce di Cristo N. S., se ha cominciato la lettera, cioè un A o B, non la finisca» (24 agosto 1550, ai gesuiti di Roma).